Los muebles de jardín tienen que soportar la exposición al clima exterior. Si bien no hay muebles de jardín 100% resistentes a la intemperie, existen grandes diferencias según los materiales usados.

Factores a considerar para materiales de muebles para jardín

Lluvia y humedad

Si vives en un área donde hay tormentas de lluvia frecuentes o que tiene mucha humedad, querrás asegurarte de que tus muebles sean resistentes a los daños causados ​​por diversos problemas relacionados con el agua. El agua estancada o la humedad retenida no solo pueden degradar físicamente el material, sino que también pueden generar riesgos para la salud.

Óxido y corrosión

Los metales que contienen hierro o acero son vulnerables a la corrosión cuando se exponen continuamente al agua y al oxígeno. El proceso de oxidación corrosiva debilita lentamente estos metales, lo que da como resultado un óxido visible y otras decoloraciones. La sal en el aire y el agua acelera el proceso químico, por lo que la oxidación suele ser más frecuente en las regiones costeras.

Pandeo

Los materiales que permiten la penetración del agua pueden secarse de manera desigual, lo que resulta en una deformación (torsión o arqueamiento) de la forma original. Inicialmente, puede ser imperceptible, pero con el tiempo puede distorsionar notablemente el material, desalinear las costuras y aflojar los tornillos y otros sujetadores que se usan para sujetar los muebles.

Sol y temperatura

Si vives en un área soleada o en una con cambios climáticos estacionales dramáticos, deberías buscar materiales para exteriores que puedan resistir el daño de los fuertes rayos UV y las fluctuaciones de calor extremo a frío.

Desvanecimiento

La exposición constante al sol puede hacer que muchos materiales se desvanezcan y pierdan su brillo con el tiempo. El cambio estético puede ser atractivo o simplemente una disminución de la vitalidad del color o manchas irregulares.

Agrietamiento

Algunos materiales se expanden y contraen notablemente cuando se calientan o se enfrían. Pueden agrietarse, partirse, deformarse o volverse quebradizos cuando se exponen a temperaturas extremas o fluctuaciones drásticas. El aire seco también puede hacer que los muebles se doblen y agrieten.

Retención de calor

El calor también puede conducir a otros problemas logísticos. Los muebles de jardín que se dejan al sol pueden calentarse, haciéndolos incómodos (o inseguros) al tacto. Nadie quiere quemarse la piel al sentarse junto a la piscina.

Viento

Si vives en un área abierta y con mucho viento, es importante que tus muebles de exterior sean lo suficientemente pesados ​​para que no se vuelquen ni salgan volando. De lo contrario, deberás almacenar o asegurar tus artículos continuamente cuando no estén en uso.

Dificultad de limpieza y cuidado

La durabilidad estética y funcional también se ve afectada por el cuidado de los muebles. Algunos materiales requieren de muy poca atención temporada tras temporada siendo rápidos y fáciles de limpiar con agua y jabón. Otros requieren un cuidado más intensivo y productos especiales para que se vean geniales y funcionen correctamente. 

Si tu tiempo es escaso, o simplemente no quieres vivir la molestia, es posible que desees optar por materiales de menor mantenimiento.

Entonces, una vez que entiendo estos factores ¿qué materiales debo elegir? No te pierdas nuestro siguiente post en donde te guiaremos sobre elegir madera, plástico u otro material.

Mientras tanto, te invitamos a explorar los diferentes muebles que tenemos disponibles (incluyendo mesas para jardín) en nuestro sitio Tesoros Bazar. También puedes visitar nuestro Facebook de León y Querétaro e Instagram León y Querétaro.

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